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Nuestro ser ideal y nuestra visión personal

Nuestro ser ideal y nuestra visión personal

Nuestro ser idealHola amigos, estoy tomando un curso llamado “Inspirar liderazgo a través de Inteligencia Emocional” en la Universidad: Case Western Reserve. Una de las clases del mes pasado me llamó mucho la atención por su contenido tan interesante. Aquí les dejo un resumen de los puntos tratados, los cuales continuaré ampliando en posteriores artículos, espero que les guste.

¿Sabes lo que es nuestro ser ideal? Es una visión personal, o una imagen del tipo de persona que uno quiere ser, o también de lo que esperamos lograr como persona en nuestra vida y en nuestro trabajo.

Este concepto es fundamental en como nos sentimos en este momento en nuestra vida, hacia donde nos movemos y que metas logramos o dejamos de lograr. Es una visión personal parte consciente y parte inconsciente que siempre tenemos con nosotros.

Es importante saber que en algún momento de nuestra vida dejamos de pensar en nuestra visión personal, pero ella sigue allí en nuestra mente y si nuestra situación actual se diferencia mucho de nuestra visión personal, esa es la causa de esa sensación de inconformidad con nosotros mismos que ha veces nos asalta.

 

En este artículo quisiera explorar con ustedes la importancia en nuestra vida y en como la percibimos de nuestro ser ideal y nuestra visión personal y como activamos o despertamos ese ser o yo ideal.

Esto es fundamental para generar en nosotros emociones positivas.

El problema con el yo ideal es que muy a menudo, tenemos un montón de “yoes” en nosotros que en su conjunto, forman el yo real o lo que somos actualmente. Y en psicología, uno de ellos ha sido nombrado como el yo “deber ser”.

El yo “deber ser” es la parte del yo ideal que otras personas nos han dado y nos están dando.

Crecemos en la jaula de hierro de las expectativas de los demás. Como decía Max Weber.

Así que parte del yo “deber ser” puede venir de los padres, abuelos, un sentido de

obligación con nuestra familia, de enseñanzas de nuestros docentes, directivos, o nuestro cónyuge.

En conclusión el yo “deber ser” es el yo ideal que los demás quieren que tengamos, no el que nosotros queremos.

Ahora bien, puede ser que se superpongan, pero a menudo lo que ocurre es que el yo “deber ser” comienza a pesar mucho en nosotros. Y no deja espacio a nuestra capacidad de soñar con la persona que nos gustaría ser, y la vida que nos gustaría estar viviendo.

Por supuesto, todos tenemos muchas responsabilidades sociales con nuestros seres queridos, nuestras familias, nuestras comunidades, nuestras organizaciones donde trabajamos.

Pero nuestro yo ideal es cómo nos encantaría ser como persona ¿Qué nos encantaría estar haciendo? ¿Cómo disfrutaríamos la vida si todo en ella nos hubiera salido siempre muy bien?

 

¿Qué sucede entonces con nuestros sueños?

Nos olvidamos de seguir nuestros sueños, de mantener nuestra visión personal en la vanguardia de lo que estamos haciendo.

Nos olvidamos a medida que envejecemos, a medida que nuestras expectativas se acumulan, se nos olvida.

No es algo que hacemos intencionalmente a través de una decisión, y decimos, bueno, yo no voy a perseguir ese sueño. Literalmente, dejamos que se escape.

Es uno de los efectos de la preocupación. Es una de las consecuencias del tipo de estrés molesto y crónico en que la mayoría vivimos.

Y además cuando empezamos a olvidar, no hay nadie a nuestro alrededor que nos lo recuerde.

 

¿Sabes cómo hemos llegado a actuar de esta manera?

Cuando comenzamos a pensar sobre eso, encontramos un patrón común:

Te gradúas muy emocionado. Estás muy motivado, consigues un trabajo y comienzas a trabajar muy duro para obtener tu primera promoción.

Luego, te casas y más tarde tal vez tienen niños. Trabajas más duro para obtener otra promoción. Y luego compras una casa y sigues trabajando para una nueva promoción.

Y después de un tiempo te despiertas y miras a tu alrededor y dices ¿Cómo he llegado hasta aquí? Como si hubieras estado en un apagón espiritual.

Así es como nuestros sueños y nuestra visión personal se escapan.

Así es como se escapan. De alguna manera en el medio de llevar a nuestro hijo a clases, conseguir un repuesto para reparar la cocina, planificar nuestras próximas vacaciones familiares y borrar otros 20 correos electrónicos. Los dejamos pasar.

Si nos olvidamos de nuestros sueños, una parte dentro de nosotros muere,

y sin esperanza, sin un sueño, empezamos a andar por la vida como si algo nos faltara.

 

Los sueños son muy importantes no debemos dejarlos. Tener nuestra visión personal es absolutamente importante. Soñar es muy poderoso.

En clase recomendaron un poema muy lindo sobre este tema de los sueños, está en portugués pero puede entenderse bien, si lo quiere ver aquí les dejo el link.

En siguientes artículos hablaremos de cómo recordar nuevamente nuestros sueños y desarrollar a partir de ellos nuestra visión personal, (En abril 2012 escribí unas notas sobre nuestra visión personal) cómo pasar más tiempo en la parte positiva de nuestra emotividad y finalmente como reorientarnos para alcanzar nuestro ser ideal y nuestra visión personal, independientemente de nuestra edad.

Espero sus comentarios sobre Nuestro ser ideal. ¿Lo recuerdas todavía?

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