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No hay que rendirse

No hay que rendirse.

No hay que rendirse

Hola amigos, hoy les comparto dos ideas que les ayudarán a seguir adelante cuando sienten que quieren rendirse o abandonar un propósito.  Recuerden, no hay que rendirse.

¿Qué hacer cuando te sientes como con ganas de rendirte?

Algunos días son luminosos y llenos de inspiración. Algunos días simplemente son de terrible rutina.

Y en algunos días puedes sentir que acabas de renunciar.

Renunciar a tu nuevo hábito de hacer ejercicio o comer más sano. Renunciar a tu blog o negocio, ya que no ha tenido los resultados que esperabas o querías.

Renunciar a sentirte mejor contigo mismo. O renunciar a salir porque parece que no puede encontrar a la persona adecuada o incluso una linda relación.

Saber manejar esas situaciones es una parte natural, de hacer cambios positivos en la vida. Pero, ¿qué hacer cuando sabes que renunciar determinará en gran medida el rumbo por el que seguirá tu vida?

Así que hoy me gustaría compartir con ustedes, dos cosas que me han ayudado a seguir adelante en lugar de renunciar y volver a mis viejos hábitos.

Permanezca con expectativas realistas.

Cuando sientas ganas de rendirte, mantén tus expectativas en la realidad, no escuches esa publicidad que te promete resultados rápidos. No escuches al perfeccionismo de las personas que te rodean o el tuyo, que no permite errores o fracasos.

Refuerza tus expectativas al escuchar a las personas que ya han llegado a donde tu desear ir. Escuche a la gente que sabe lo que funciona y cómo vas a tropezar y caer en el camino y que te puede decir cuánto tiempo puede durar el viaje.

Quizás no obtengas una guía exacta de cómo llegar. Pero las cosas que esa gente puede decirte personalmente o por medio de libros y blogs, pueden ser una gran ayuda para ti.

Recuerda por qué lo está haciendo.

Es fácil perder el panorama general con la ocupación de la cotidianidad. Pero si te sientes con ganas de rendirte, es muy importante volver a conectarse con el por qué estás haciendo lo que estás haciendo.

Siéntese cierra los ojos y hágase estas 3 preguntas:

  • ¿Cómo se verá mi vida en 1 año si sigo adelante con mi propósito?
  • ¿Cómo se verá en 5 años?
  • ¿Cómo va a mejorar la vida, no sólo para mí sino para la gente a mi alrededor a la que amo si sigo adelante con mi propósito?

Use estas preguntas para llegar a tu motivación más personal y poderosa.

Como puede ser apoyar y proteger a tu familia en tiempos de incertidumbre.

Tal vez sea vivir sanamente y por más tiempo y así disfrutar de tiempo de calidad con tus hijos o seres queridos.

O tal vez sea ver el mundo, salir de tu zona de confort y explorar y conocer nuevas y maravillosas personas, lugares y experiencias.

Vea todas las ideas que cobran vida en su mente. A continuación, escríbelas en un  papel o en un libro de notas.

Y cada vez que sientas ganas de rendirte, lee de nuevo esos poderosos porqués.

Suele ser muy útil.

 

Espero que ahora tengas más razones para decir que no hay que rendirse.

 

Que tengas un martes maravilloso

 

Italo.

No hay que rendirse

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