Jul 15
13
Hola amigos. En este último artículo de la serie sobre la meditación, le comentaré sobre algunas modalidades o tipos de meditación, que sin importar cual pueda agradarte más, todos llevan al objetivo de mejorar tu calidad de vida.
Quiero decirte que hay un sinnúmero de formas de meditación, pero la mayoría se pueden incluir en tres o cuatro categorías generales: por concentración, de conciencia abierta, guiadas, así como la práctica muy difundida en estos tiempos llamada de la atención plena o «Mindfulness».
La meditación puede realizarse individualmente o en grupos. Algunos maestros de meditación hacen hincapié en que la meditación es un estado mental que implica conciencia y aceptación, y por lo tanto se puede hacer en cualquier momento, en medio de cualquier actividad.
Tipos de Meditación.
Meditación por concentración.
En este tipo de práctica el objetivo es cultivar un solo punto de atención en algún objeto, como un sonido, una imagen, la respiración, o una llama. A través de la formación del hábito de volver constantemente al objeto en que nos enfocamos, la mente desarrolla la capacidad de mantenerse en calma, estable, y conectada a tierra. Muchos maestros de meditación occidentales, comienzan con esta práctica para los principiantes, el punto focal más común se centra en la respiración. En algunas prácticas avanzadas, se pueden alcanzar estados de gracia y/o felicidad. La forma más conocida e investigada del tipo de meditación por concentración en Occidente es la Meditación Trascendental (TM).
En mi caso personal practico mucho la concentración en la respiración, tiene la gran ventaja de que una vez que ya has avanzado en la práctica de la misma estando quieto, puedes luego practicarla en cualquier momento por apenas unos minutos, para alcanzar la calma o bajar la tensión de nuestro día a día.
El proceso de concentrarse en la respiración es simple, solo basta estar consciente del proceso y enfocado en la respiración. Suavemente, sin forzar, sin presionar. Sólo permanezca presente en las idas y venidas de la respiración. Cuando la mente caiga en distracción, simplemente llévela de vuelta a la respiración. Recuerde esto no se trata de fuerza, se trata de paciencia, tolerancia y persistencia.
Conciencia abierta.
El objetivo de estas formas de meditación es abrir la mente a una conciencia panorámica de lo que está sucediendo sin un enfoque específico. A menudo, esta conciencia se compara con el amplio cielo o un río con objetos flotantes en él. La capacidad de estar siempre presente con cualquier cosa que surja se desarrolla a través de esta práctica. La meditación Zen sentada «zazen» o «shikantaza», es un ejemplo de esta forma de meditación tal como se practica en Occidente.
En este tipo de meditación, se recomienda al practicante observar y estar presente. Es un descanso en sí mismo en la conciencia, sin límites u orientación. Es relajado, sin que el practicante tenga que ejercer ningún efecto particular en el foco o en cualquier objeto en absoluto.
No es que esté centrando su atención sobre lo que sucede a su alrededor, recogiendo todas las diferentes sensaciones que están surgiendo dándole un sentido de conjunto. Se puede pensar en ello de la siguiente manera: cada sensación que se plantea dentro de nuestro ser, constantemente se está presentando al cerebro. Incluso si no estamos prestando atención en absoluto. Un ejemplo puede ser la sensación de nuestra ropa en el cuerpo. Los nervios de la piel están enviando constantemente sensaciones hasta el cerebro. Pero estas sensaciones están siendo filtradas, a favor de centrarse en una cosa a la vez, así que no nos damos cuenta de ellas a menos que, tal vez, algo cambie.
En el estado de conciencia abierta, lo que estamos haciendo es dejar ir cualquier esfuerzo por enfocarnos. Y al hacerlo, nos damos cuenta de todas las diferentes sensaciones que están llegando en el cerebro, pero que no se habían introducido en nuestra conciencia porque fueron filtradas. Nosotros no hacemos que la conciencia abierta suceda. Nos relajamos en ella.
Atención Plena. (Mindfulness)
Es la técnica de meditación más popular, ampliamente adoptada, e investigada en Occidente, se conoce como la meditación consciente, y es una combinación de la concentración y conciencia abierta.
Mindfulness o Atención Plena significa prestar atención de manera consiente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación.
El practicante se centra en un objeto, como la respiración, las sensaciones corporales, los pensamientos, sentimientos, o sonidos. El enfoque no es tan dedicado como en la meditación de concentración, porque hay una conciencia simultánea de otros hechos alrededor. Esta práctica de atención se extiende a menudo a las acciones diarias como comer, caminar, conducir o tareas domésticas.
En la adaptación occidental, se elimina normalmente el método riguroso contemplativo y de introspección empírica, tradicionalmente asociado con el budismo, que tiene como objetivo el desarrollo de la ecuanimidad y la claridad de percepción.
Meditación Guiada. Todas las formas de meditación pueden ser guiadas, y muchas son a menudo practicadas con una orientación ya sea grabada o en persona al principio, disminuyendo más tarde esa necesidad de directrices específicas.
En la llamada visualización guiada, el practicante sigue la orientación auditiva de un maestro o una grabación, que provoca ciertas imágenes, afirmaciones, estados (como la tranquilidad), o experiencias particulares que desea imaginar.
La visualización guiada es muy popular entre nosotros en occidente, para facilitar la salud y el bienestar, se utiliza a menudo para incrementar los resultados exitosos de procedimientos como la cirugía o el rendimiento deportivo.
Bueno amigo espero que les haya gustado este paseo rápido por las diversas modalidades o tipos de meditación. Y nuevamente los invito a tomar en consideración la práctica de la meditación, como una herramienta muy importante en la mejora de nuestra calidad de vida.
Un abrazo
Italo
