Sep 11
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Durante siglos, la gente creyó que el calendario es el que marca la pauta de los
últimos años de la vida y que esta evoluciona inevitablemente hacia el deterioro
funcional. Recientes estudios de comportamiento en los que se siguieron grandes
grupos de personas de edad a lo largo del tiempo, han contribuido a modificar
esta creencia. Ahora sabemos que somos nosotros, y no el calendario, quienes
controlamos el ritmo y modificamos la velocidad del envejecimiento.
• La educación. La capacidad mental conservada es proporcional a la duración de la educación durante la juventud. Los efectos de la educación prolongada persisten durante más de 50 años en forma de una mayor capacidad de procesamiento mental, pensamiento lógico y un fondo de conocimientos a medida que el sujeto envejece; al mismo tiempo, reduce el ritmo del deterioro del rendimiento mental en los últimos años de la vida.
• Continuar realizando “ejercicios cognitivos”, que incluyan tareas complejas
que desafían la propia capacidad.
• Mantener el sentido de la propia eficacia: la creencia, la seguridad y la práctica de que “puedo hacer lo que tengo que hacer o lo que se espera de mí ” y no rendirse sin hacer un buen intento.
• Llevar a cabo una actividad física regular que dé lugar a un incremento de la
respiración y de los latidos del corazón.
Todos los estudios realizados, tanto sobre el rápido deterioro de la salud como
del envejecimiento activo y saludable, pueden resumirse con una sola frase:
“Úsalo o lo perderás”.
amigo esta excelente la pagina y las reflexiones. Mucho exito
Gracias amiga, sigue visitando la página